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Mostrando entradas de 2022

Messi: ¿el mejor de la historia?

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Por Renato Andrade Psicoanalista de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana Sección Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa De seguro, como yo, estos días escucharon muchas opiniones alrededor de preguntas como: ¿Maradona o Messi?, ¿quién es el mejor de la historia?, etc. No pretendo sumarme a esta discusión ni responder la pregunta que, como toda pregunta repetitiva, tiene de estupidez, de juego; pero también de revelación: una pregunta puede revelarnos algo de aquél que pregunta, en este caso, el sujeto contemporáneo, el sujeto de nuestro tiempo, que se afana en ella –y basta navegar por internet para comprobarlo. Quiero recordar a Alexandre Koyré cuando se refiere a la obra de Cesalpino. Andrea Cesalpino fue un médico, filósofo y botánico italiano que vivió en el siglo XVI, autor de un texto titulado Cuestiones peripatéticas . Koyré afirma que para Cesalpino no existe la duda porque toda la verdad se halla en la obra de Aristóteles (y p

¿Qué lugar a la demanda de los padres y los educadores en el tratamiento con niños?

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana Sección Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Fotografía:  Jessica Lewis 1º cuestión La demanda. Cada día sufrimos de la demanda: me piden, me piden, me piden. Y uno podría meter eso en su práctica: los pacientes me piden, me piden, me piden; o, los padres me piden, me piden, me piden. Se sufre porque se la cree infinita. Si la demanda es infinita, ese otro que pide es un tirano, un amo, un caprichoso. No obstante: ¿quién pide? ¿El que abre la boca? No necesariamente. Cuando abrí la boca, fue Otro quien dijo que pedía, y después, qué pedía. Así que lo que sale de mi boca son sus palabras, las palabras de ese Otro. Por eso: ¿quién pide? 2º cuestión Cuando el paciente pide, mi operación no es darle lo que pide –lo que seguramente calificaría en nuestro tiempo como un “buen servicio”. Mi operación es preguntarme: ¿quién pide?, o, lo que es lo mismo, ¿quién h

NOP!

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sección Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa El film de Jordan Peele, Nop! (2022), parece partir del miedo. El miedo a lo desconocido, a la oscuridad, a la sorpresa, a la muerte, a la bestia, a lo que carece de significado… y nos lo hace sentir allí, en la butaca del cine. Pero, también, el miedo a fallar (en el caso de OJ) o a repetir (en el de Em). La película se centra en la mirada. Aquel que mira está a un paso de convertirse en el objeto mirado. El largometraje nos regala una maravillosa escena en la que somos mirados por una mantis religiosa –la evocación del Seminario 10 , La angustia , de Jacques Lacan, es inevitable. Mirar, nos muestra de algún modo Jordan Peele, es “capturar”, y más aún, quedar capturado. Que cada uno piense la relación que tiene con su teléfono inteligente. Y los que puedan, que evoquen la escena de su vida que más los haya m

El arte de la nominación. El arte del control

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sección Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Fotografía de Nicolas Thomas He conocido un hombre, un colega, que me inició en este arte. Cada vez que le llevaba un caso clínico a la supervisión, me escuchaba con atención y me devolvía lo que había dicho al pasar o sin darle mayor importancia. Usaba esas expresiones tan singulares de mi hablar peruano-limeño-arequipeño-…, para edificar las columnas del caso, de tal modo que yo podría construirlo a la salida del control, que, por lo demás, siempre fue breve. No se puede subestimar el efecto de las palabras, sobre todo cuando salen de la propia boca, juzgadas por uno mismo como incorrectas, fuera de lugar o disparatadas, y hasta desagradables (1). El oficio del psicoanalista es hacerlas valer, hacerlas sonar, re-sonar. Ese es su don: una palabra para lo que no tiene palabra. Así se exorciza el trauma, y uno

El estafador de Tinder

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Su historia ha fascinado a las audiencias y no estaría de más preguntarse por qué. Es claramente el villano, el malo, el enemigo a vencer en la historia. Freud escribe que los criminales (así como los niños, los felinos, los humoristas) nos atraen porque les envidiamos “conservar (…) una posición libidinal inexpugnable que nosotros resignamos hace ya tiempo” (1). Vale decir que, nosotros, a diferencia de ellos, hemos pasado por la castración: hemos resignado goce, lo hemos perdido. En cambio, Shimon Hayut (“Simon Leviev” para las chicas de Tinder) no sabe de trabajar duro, ahorrar, invertir ni guardar pan para mayo ; vive con ropa de diseñador, autos de lujo, aviones privados, restaurantes exquisitos, hoteles cinco estrellas.  “Simon Leviev” era rey del Instagram. Sabe de las fotos que hay que mostrar para que ch

Transformaciones

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Fotografía de Aarn Giri Avanzar, crecer, madurar. Eso me dicen algunos que es la vida. Yo les diría que es el sentido que le han dado a eso que, precisamente, no lo tiene: la vida misma. Les podría decir hoy, por ejemplo, que la vida es escribir: la vida se escribe. Sin embargo, lo que cada uno pueda formular como el sentido de la vida es una de esas “cien mentiras que valen la pena” –como canta el poeta Joaquín Sabina. Avanzar, crecer, madurar. ¿Cómo estar seguros de haberlo hecho? Toda idea de progreso, ¿no es acaso una ilusión? Creemos que nos podemos mirar, conocernos nosotros mismos. Es la acrobacia de la transparencia. Quizá no pasamos de mirarnos el ombligo. Lo que sí resulta innegable es que hay transformaciones, que sólo después de acontecidas nos percatamos. No alcanzamos a explicarlas, así como no las

Hombres rotos

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Dreams We've Had No sólo ellas pueden romperse. Romperse por princesas, como Sansa Stark, cuando salen de la casa del amor del padre. O romperse esperando Otro goce del amor de un hombre que sólo las estraga. Ellos también se rompen. Andan por ahí, rotos, sin querer saber nada de ello.  En la canción de Dreams We’ve Had, Perfectly out of place –algo así como “perfectamente fuera de lugar”–, un hombre no sólo le canta eso a su mujer, sino también: “Podría morir, podría morir y nunca volver a llorar Y lo diré directamente No intentaré ser poético o tonto Me corté en el piso del baño con tijeras y sangré No pude reconciliar el dolor que tenía, así que me obligué a respirar de una manera nueva” El hombre testimonia un dolor de existir, un dolor que no puede conjurar, así que, literalmente, se corta con las tijer

Licorice pizza

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, de la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Sobre la película Licorice Pizza  de Paul Thomas Anderson Quizá cuando hablen de su primer amor se pongan serios, solemnes, nostálgicos. Quizá se sonrojen. El primer amor… suena importante, un hito. Pero, como todo amor, no está tejido en el cielo ni en las estrellas. No nos pongamos dramáticos… tampoco es que se forje en el fuego del infierno, en el fuego de Mordor. El primer amor, como todo encuentro, se debe a la casualidad. Por ejemplo: la conocí el día en que en el colegio tomaban la foto para el anuario, ella llegó a trabajar por ello…   Y se debe al fracaso. Sí, al fracaso. Paul Thomas Anderson nos lo muestra muy bien en su film Licorice Pizza . Es como si Alana le dijera a Gary: Te amo porque siempre has estado ahí. Porque todos los hombres que he conocido son unos grandísimos idiotas, incluyendo a mi

Ese semblante llamado "falo"

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Fotografía por Viktor Talashuk El cuerpo no se reduce a la imagen del espejo, o a la idea que podemos hacernos de él. El cuerpo –nos recuerda Miller– “es por excelencia materia para subjetivación o (…) para significantización” (1). ¿Qué quiere decir esto? Ciertas partes del cuerpo dejan de ser sólo órganos para volverse significantes, significantes a propósito de los cuales “es posible preguntarse qué significación engendra(n)” (2). Así, por ejemplo, hablar de subjetivación o significantización del pene quiere decir que asume una significación, un valor. Un dato del cuerpo puede significarse entonces como no tengo . No es para nada raro, lo escuchamos todo el tiempo por boca de los neuróticos. Es su propensión al menos, al apocamiento, al empequeñecimiento. Les ocurre a hombres, les ocurre a mujeres.  Cuando no

¿Qué somos?

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa "Phyllis and Demophoön" en el Birmingham Museum Venimos saliendo. Tú muestras cierto interés en mí. Pero, ¿qué somos?, ¿qué soy yo para ti?... ¿qué deseas? ¡Qué inquietante es el deseo del Otro!, no saber lo que el Otro desea, y si yo podría serlo, si podría ser eso que desea. (Si lo fuera, tocaría el cielo con los dedos). Pero como no lo sé, me pongo a tejer teorías, es decir, me pongo a pensar, a fantasear: de seguro quiere esto, de seguro quiere aquello, el otro día me dijo tal cosa, hizo tal otra… ¡pobres los amigos, los confidentes!, que deben soportar los delirios de este loco enamorado. Es que busco una significación, un cierre, una respuesta. Mientras tanto, todo me hace sentido: cualquier gesto, cualquier comentario. Así que no sólo sufro de mis teorías (por lo general catastróficas: quiere a o

Más experiencia, menos institución

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Fotografía por Rocco Dipoppa Le ofrezco una experiencia, si usted dice “sí”. Realizándola, algo podría tocarlo. Después, pensando, hablando de eso, en su análisis, podría encontrar un síntoma. O construir su fantasma –cómo subjetiva su relación con otro, cómo significa su realidad. Yo, quien se la ofrece, soy cualquiera. Sólo lo invito, lo convoco. Así mantenemos las cosas a nivel de la experiencia. Sin experiencia, no hay psicoanalista, y sin psicoanalista, no hay psicoanálisis. Me reconozco entonces en el deseo de hacer existir el psicoanálisis. Hacer existir el psicoanálisis no es consolidar ninguna institución. La institución, sus obligaciones, sus tareas, deben ser mínimas, si no, usted paga con su experiencia. Imagínese –más allá de que se diga lo contrario– tener que estar de acuerdo; menos aun, tener que

Nacer

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Sobre la obra de teatro “Nacer”, inspirada en “Pulmones”, de Duncan Macmillan. Presentada en Arequipa en enero de 2022. Protagonizada brillantemente por Aria Ravines y Joaquín Ogusco. Dirigida por Renzo Quintanilla. Fotografía y arte: Althair Valladolid Dos actores. Dos posiciones. La de él, la de ella. A pesar de estar enamorados, de vivir juntos, no pueden ser más diferentes.  La obra inicia cuando ella debe responder a la pregunta de si quiere ser mamá o no. La vive como una exigencia: la exigencia para una mujer de convertirse en madre, la exigencia de tener que brindar una respuesta, la exigencia de proceder siempre con coherencia. ¡Pobre mujer! Su intensidad, su posición a la defensiva, encubren su propia división: no sabe. Está llena, rebosante de sentido: la atraviesan los discursos de nuestra época –el e

Puntuaciones sobre el semblante

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Fotografía por Hanna Panchenko Si nos interesa el semblante es porque abordamos lo real. Sí, nuestro real no es el del estructuralismo, para el que se trata de situar lo simbólico mismo, para el que «lo simbólico aparece como lo real disimulado por lo imaginario» (1). En la experiencia analítica tratamos con semblantes: el falo, lo verdadero, el objeto a . El objeto a es, en el análisis, el semblante por excelencia. Es «el significante mismo del ser del sujeto» (2). Pero Miller nos advierte que «lo que viene siempre al mismo lugar, incluso exactamente lo que no se mueve, lo que se repite, (…) no basta para decir que es lo real» (3). El semblante, si bien es afín al significante, no sólo proviene del discurso –por ejemplo, la sombra, que proviene de la naturaleza. El semblante –es la definición que más me intere

El sueño más allá de la interpretación: La salida del análisis

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Por Zindy Valencia Psicoanalista, Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Producto del cartel "Sueños e interpretación", conformado entorno al XII Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis "El Sueño. Su interpretación y su uso en la cura lacaniana". Fotografía por Jr Korpa Desde la antigüedad los sueños han constituido un enigma para los seres humanos. Es un fenómeno psíquico que, de alguna manera, siempre ha llamado a la interpretación. Esto significa que creemos que detrás del sueño habría una verdad velada, un misterio sin resolver, que deberá ser descubierto. Lo cual introduce cierta ajenidad en nosotros mismos, vale decir, los sueños son nuestros; pero su contenido a veces desconocemos y nos horroriza, al punto de preguntarnos si realmente lo soñamos o no. Es por eso que en el análisis, la aparición de sueños da cuenta de un sujeto que empieza a creer en un más allá de sí mismo, o sea, en su propio inconsciente; sin lo cual, el análisis prese

Posición femenina

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa  Fotografía por Ramez E. Nassif En el psicoanálisis de orientación lacaniana hablamos mucho, muchísimo, de “lo femenino”, más precisamente del goce femenino. Hasta tendremos una conversación mundial al respecto, por no mencionar distintas jornadas sobre el tema.  Antes que hablar de “las mujeres” –así, como haciendo conjunto– o del “goce femenino” –que a veces se aborda en clave de misterio–, propondría preguntarnos por la posición femenina .  La posición femenina interesa porque implica –lo voy a decir así– no estar del todo en la lógica del todo , que es la lógica edípica, la de la castración. Este es uno de los efectos más interesantes de un final de análisis: ¡por fin no estar del todo en la lógica del todo !, salirse un poquito al menos. Sé que le hago mala prensa a la lógica del todo . Debería ser un poco m

Spiderman: sin camino a casa

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Por Renato Andrade Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa Spiderman no way home Culminada la película las personas permanecen en sus asientos a la espera de las escenas post-créditos a las que Marvel nos tiene acostumbrados. No es mi caso. Salgo del cine raudo e inquieto preguntándome por qué esta película es un éxito y qué nos dice sobre nuestra época. ¿Es la nostalgia un fantasma cada vez más extendido? Recuerdo a mi padre y a mis tíos hablar en los 90s del fútbol de los 70s. Recuerdo los programas de rock clásico o, muy temprano en las mañanas o una hora por las tardes, las canciones de la nueva ola en la radio. Entendía que la nostalgia era parte de ser viejo. Por eso quizá me sorprendió oír en el cine a personas de 30 años saborearla cuando vieron aparecer a los actores que empezaron a filmar estas películas hace 20 años. Quizá no hay edad para gozar de la nostalgi