Spiderman: sin camino a casa

Por Renato Andrade
Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana sede Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa


Spiderman no way home


Culminada la película las personas permanecen en sus asientos a la espera de las escenas post-créditos a las que Marvel nos tiene acostumbrados. No es mi caso. Salgo del cine raudo e inquieto preguntándome por qué esta película es un éxito y qué nos dice sobre nuestra época.

¿Es la nostalgia un fantasma cada vez más extendido? Recuerdo a mi padre y a mis tíos hablar en los 90s del fútbol de los 70s. Recuerdo los programas de rock clásico o, muy temprano en las mañanas o una hora por las tardes, las canciones de la nueva ola en la radio. Entendía que la nostalgia era parte de ser viejo. Por eso quizá me sorprendió oír en el cine a personas de 30 años saborearla cuando vieron aparecer a los actores que empezaron a filmar estas películas hace 20 años. Quizá no hay edad para gozar de la nostalgia. El adulto añora la juventud, el joven la niñez y el niño su infancia. ¿O es acaso nuestro mundo, que avanza tan rápido, el que nos vuelve prematuramente nostálgicos y nos hace tener muy presente lo que hemos perdido, lo que hemos dejado atrás, lo que ya no volverá? Todos nostálgicos. Lo novedoso, me parece, es que ahora la nostalgia es un producto, se consume, está lista para relamerse. Antes había que recrearla con los contemporáneos. Ahora tenemos por doquier las reuniones y los reencuentros de los elencos que dieron vida a las ficciones con las que crecimos (1).

En segundo lugar, después de apreciar esta película, me pregunté seriamente qué es un adolescente –los adultos se refieren a éste como “a kid” en la lengua gringa, “un chico”. No es un tema menor. Hace unos días escuchaba a Jacques-Alain Miller decir que «el único sector social donde el psicoanálisis puede tener una incidencia es en hablar a la juventud en la medida en que esa juventud sea rebelde» (2). ¿Qué es la rebeldía? ¿De qué rebeldía se trata en la juventud? ¿Cómo pensarla?

Los jóvenes se rebelan contra un discurso que no los aloja (véase Footloose de 1984). ¿Peter Parker es rebelde? Es más bien sumiso, sumiso a lo que su tía May quiere: sé bueno, hijito… En nuestro tiempo, esto tiene traducciones: sé amable, no discrimines, salva a los perritos… y en la película, cura a los villanos. Con su posición y sus palabras ridículas, su tía lo conduce a lo peor. Nada garantiza más el desastre para un muchacho que quedar identificado a lo que su madre (o quien cumpla su función) quiere que sea. 

Los adolescentes que recibimos todos los días en las consultas nos enseñan de lo que son capaces cuando ubican aquello de lo que carecen pero desean, y están dispuestos a hablar de ello. Pueden resultar mucho más interesantes y complejos que los secretos que guardan. Para “atreverse” a dar un gran salto o enfrentarse a otro no se necesita tanto coraje como para empezar a hablar.

Un comentario aparte merece el tratamiento de los villanos en esta película. La maldad ya no responde al goce, tampoco a la locura fálica del poder, la maldad para Spider-Man: sin camino a casa es una enfermedad, una enfermedad que puede curarse con ciencia.

No hay imposibles en el multiverso de Marvel. No estaría de más que un estudioso de la ética nos comente cuál es que la que subyace a este film exitoso.


Referencias:

1. A un querido amigo, tras compartirle estas ideas, le debo esta deliciosa ironía: “Nostalgia, la de mis tiempos”.

2. Presentación de Lacan Hispano por Facebook Live, 17-12-2021.

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