Psicopatología de la vida cotidiana (I)

Renato Andrade
Psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Nueva Escuela Lacaniana del Campo Freudiano sección Lima y la Asociación de Psicoanálisis Lacaniano de Arequipa

Entrevista

Arte: Rob Gonsalves



Para el comienzo de este año usted propuso la lectura de Psicopatología de la vida cotidiana de Sigmund Freud, un texto de 1901. La primera pregunta sería: ¿por qué leer a Freud?

–Es una buena pregunta. Su pregunta me hace pensar. Una manera de responder sería a través de la negación: ¿por qué no leer a Freud? No sólo escribía bello, sino que Freud fue un hombre que de verdad se preguntó. Se preguntó e intentó responder. Y esas respuestas tocaron temas incómodos, temas que, aún hoy, preferimos ignorar. Así que un escritor con la honestidad para preguntarse, responder y decir, no me parece una mala propuesta de trabajo. Todo lo contrario.

Freud se preguntó a partir de lo que descubrió. Y lo que descubrió debió haber sido tan impactante para él que lo llevó a hablar de ello, a intercambiar correspondencia, a escribir mucho. Estaba solo en y con ese descubrimiento. ¿Qué otra cosa podría haber hecho? Sus libros son un esfuerzo por anoticiarnos sobre lo que jamás hemos querido saber. 

¿De qué trata Psicopatología de la vida cotidiana?

–Freud se detiene a analizar cosas que nos ocurren todos los días: olvidarnos un nombre, algo que sabíamos de memoria o que queríamos hacer; confundir recuerdos; equivocarnos al hablar, al leer, al escribir; romper objetos involuntariamente; realizar acciones aparentemente sin sentido o inocentes como tintinear las llaves en el bolsillo, hacer garabatos o no abrocharse un botón, etc. ¿Por qué lo hace? Porque para él estos errores, deslices, tropiezos –llámenlos como prefieran–, quieren decir algo. Y por eso son importantes.

¿Cómo que “quieren decir algo”?

–De un lado, no son al azar, no son “porque sí”, tienen una razón, un por qué. Y del otro, si uno los analiza, llevan un mensaje. Entonces, si puedo expresarme así, la promesa de Freud consiste en que si uno los analiza puede descubrir qué le está pasando en verdad y qué está evitando decir. No está nada mal, ¿no cree?


(Continúa)


Comentarios

Entradas populares de este blog

La Barbie-Lacan

Sobre Oppenheimer

El dinero no es cualquier objeto